Hay momentos en los que tengo la sensación de estar desperdiciando el tiempo, de no estar aprovechando esta experiencia. Una vez leí que nunca estamos preparados para los grandes momentos. Puede ser cierto, pero esta ciudad te rinde costantemente oportunidades únicas que sólo suceden aquí y que hacen que todo valga la pena y sobre todo, disipa todas las dudas que puedan surgir.
Alguien especial me dijo que, en ocasiones es más importante saber disfrutar del momento que plasmarlo en una cámara de fotos... pero lo difcícil es aprender a disfrutar de esos pequeños momentos que, estoy seguro, serán los que en un futuro se echen de menos. Una buena vista de la ciudad, una buena compañía, unas rancheras de fondo... pueden ser el mejor ejemplo de lo que quiero decir.
Después de cinco meses, ésta ciudad todavía me sigue sorprendiendo y, aunque ya no me quede bocabierto con sus increíbles iglesias y edificios, me maravilla encontrarme pequeños detalles en cada rincón de la ciudad que, por lo general, pasan desapercibidos y lo mejor de todo es que no me canso de buscar y descubir esos rincones, de buscar diferentes pespectivas de la ciudad...
Esta foto la tomé un día que la lluvia nos dió un respiro, la gente me miraba raro, todo el mundo haciendo fotos y mirando hacia arriba y yo, mirando al suelo y haciendo fotos a charcos..."tu sei pazzo"
La Piazza della Signoria esconde varios secretos que la hacen más especial aún si puede, pero esos secretos hay que descubrirlos por uno mismo. Disfrutar de esta plaza a la "sera" cuando hay pocos turistas no tiene precio y si ya tienes la suerte de encontrarte con el guitarrista Tomaszewski, no se puede pedir más. Si tengo que elegir "mi rincón" de la ciudad, sin duda es éste.
Si tengo que resumir estos cinco meses en una frase, ésta sería : "Un lugar donde vivir al menos una vez, una nueva familia y pequeños momentos que sólo suceden aquí"
Firenze, 26 febbraio 2014
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